miércoles, 26 de octubre de 2011

Todo empieza.



Y entonces le vio. Y comprendió que todo debería de girar a su alrededor. Que era imposible no dedicarle cada nuevo día. Y empezó a crecer como un árbol fuerte y robusto, a creer de nuevo y volver a ver esos grandes amaneceres llenos de luz y color.
Comprendió que si, que después de una gran tormenta siempre llega la calma, con grandes días de sol y noches claras llenas de estrellas que brillan encima de ella.
Ahora está llena de ilusión, ganas de un nuevo día a su lado, con un millón de nuevos descubrimientos por realizar y miles de nuevas historias que siempre recordará.



Parque Ferrera, Avilés.

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